En este tipo de evento prácticamente te tienes que olvidar del traje, la corbata y el zapato de vestir. Solo celebraciones de día y con un tinte muy alegre así que los colores demasiado oscuros tampoco encajarán. Tus armas serán las blazers de algodón o lino, los pantalones tipo chino y las camisas estampadas. En los pies, unos mocasines.
Diferenciemos entre la opción más formal y la más sport, dependiendo de aire que los anfitriones le quieran dar a la celebración.
Si la comunión es en un chalé, en una finca o en un jardín normalmente nos decantaremos por la opción menos rígida: unos pantalones en tonos claros (o si te atreves sería estupendo meterle un color como el rojo o el mostaza) y una camisa estampada. Lo completamos con unos mocasines y el resultado es perfecto para la ocasión.
Si por el contrario la celebración es en un hotel o en un restaurante de cierto nivel no podremos dejar la chaqueta en casa y tendremos que optar por una imagen un poco más formal.
Como ya has visto en el blog en entradas anteriores en primavera encontramos blazers muy atractivas en algodón o lino que también resultan muy cómodas cuando las temperaturas se disparan. Elige una en tonos alegres, combínala con un pantalón en beige o blanco (incluso podrías ponerle un jean si el lugar de la celebración no es demasiado formal). Le añades una camisa en tonos claros y si es estampada que el dibujo no sea muy llamativo y lo rematas por ejemplo con unos castellanos (sin calcetines).
Como podéis comprobar hay bastantes opciones a la hora de elegir qué ponernos para una comunión sin que dejemos de estar elegantes y cómodos.
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