Seguro que has oído hablar de él en numerosas ocasiones e incluso puede que tengas alguna prenda fabricada con este tejido tan especial. Para quienes lo conocen y para quienes no tienen ni idea hoy hablamos del CASHMERE.
Se trata de una fibra animal con unas características únicas y que se considera una de las más 'raras' del mundo. Mantiene el calor mejor que la lana y su aspecto y tanto con inmejorables. Este textil se obtiene de las cabras adultas de cashmere procedentes de Mongolia, Irán, Irak, China Afganistán o Turquía. El pelaje se colecta durante los primeros días de primavera con especial cuidado para no estropearlo. Un ejemplar adulto genera en un año material para confeccionar una bufanda.
Las fibras son más largas y suaves que las de la lana de oveja (con un diámetro en torno a los 14 micrómetros). Posee un rizo natural lo que facilita el proceso de torsión de las fibras en el hilado.
Las prendas fabricadas con cashmere son puro lujo ya que son suaves, ligeras y cálidas.
Os dejamos un poco de historia que hemos encontrado en la red: (La Gaceta PH)
Este textil ha seducido al ser humano durante cientos de años. Aunque en Asia se ha empleado desde el siglo III a.C., en realidad, la industria del cashmere empezó a crecer en el siglo XIV d.C., cuando se extendió su uso por toda la región. Cuatrocientos años después, las prendas hechas con este material empezaron a exportarse a Europa, especialmente a Gran Bretaña y Francia, donde rápidamente se convirtieron en sinónimo de estatus y riqueza pues, al provenir de un lugar lejano, sus precios eran muy altos. Sobre todo, se fabricaban rebozos y foulares. Una de las mayores entusiastas fue la Emperatriz Joséphine (la primera esposa de Napoleón Bonaparte) quien poseía cientos de rebozos de cashmere.
A finales del siglo XIX aparecieron imitaciones de baja calidad en Europa, lo que empezó a demeritar al verdadero cashmere; sin embargo, gracias a la revalorización de las prendas tejidas, se volvió a usar durante las décadas de los 20, 50 y 70 del siglo pasado, cuando tejer tus propias prendas estaba de moda.
En los años 80, los diseñadores recurrieron a él con mayor frecuencia, no sólo en la confección de suéteres o abrigos, también en trajes completos y vestidos. Esto permitió que volviera a promoverse como una fibra preciada y lujosa. Desde entonces, ha sido una constante sobre las pasarelas de Otoño-Invierno y uno de los favoritos de todos por su versatilidad y elegancia.
Cuidados:
Como ya os comentamos en la entrada en la que hablamos de cómo cuidar las prendas de punto, el cashmere es muy delicado y hay que lavar las prendas a mano con agua tibia y un jabón para prendas delicadas. No retuerzas la prenda para escurrir el exceso de agua, solo aprieta con suavidad.
