Tras una semana de intenso trabajo muchos de nosotros llegamos al fin de semana sin muchas ganas de rompernos la cabeza a la hora de elegir qué ponernos. No nos apetece encorsetarnos en looks demasiado formales y preferimos optar por prendas cómodas. Esto no está reñido con el estilo o la elegancia. Es importante continuar cuidando lo que nos ponemos aunque relajemos nuestra indumentaria.
Lo más probable es que durante el fin de semana pasemos más tiempo con la familia y los amigos. Durante el día aprovecharemos para hacer compras, tomar el aperitivo, arreglar cosas en casa, etc. La noche es el momento en el que quedaremos para cenar con los amigos, ir al teatro o visitar ese restaurante del que todo el mundo hablar.
Con estos planteamientos nuestra indumentaria durante el día será eminentemente sport, relajada, sin grandes pretensiones, pero sin perder un ápice de estilo. Unos jeans y una camisa o un polo y unos pantalones tipo chino serán la base de nuestro look.
La noche requiere unas prendas un poco más formales. Iremos a cenar o a ver un espectáculo con lo que una americana o una cazadora de piel serán justo lo que nos aporten ese toque extra que el momento precisa.
No olvides cuidar los complementos ya que serán lo que te diferencie del resto. Si llevas una blazer ponle un pañuelo en el bolsillo. Lleva zapatillas blancas con tu indumentaria formal para dale un toque fresco o apuesto por un buen par de zapatos cuando te pongas tus pantalones vaqueros preferidos.
Sea lo que sea, huye del chandal y no confundas relajación con dejadez.
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