Parece que tradicionalmente relacionamos la primavera con la llegada de los colores intensos y el otoño con el de prendas en tonos marrones o grises. En estos momentos podemos decir que esos patrones ya no existen en el mundo de la moda o al menos de manera tan estricta.
Por regla general los colores intensos suelen favorecer y provocan en quien los lleva y los ve una reconocible sensación de alegría. Así que sería absurdo pensar que solo nos queremos sentir más alegres en primavera. Puede que en los meses del año en los que el clima es menos favorable, hay menos horas de luz y abundan los días grises darle un toque de color que alegre la jornada sea una gran idea.
La industria de la moda se ha dado cuenta de ello y desde hace varias temporadas las colecciones otoño/invierno vienen acompañadas de una rica paleta cromática que hace que las estaciones frías sean mucho más alegres.
Este año en Baileys encontramos tres tonos predominantes que nos van a servir para alegrar las frías mañanas de invierno: el naranja, el magenta y el celeste. Son tres colores muy sencillos de combinar ya que encajan con toda la gama de las tonalidades tierra, grises y ocres. Lo mejor de todo es que lo vamos a encontrar en las prendas de punto con lo que su uso es mucho más fácil. Elegimos una base en tonos neutros y colocamos el jersey o la chaqueta en naranja o magenta y conseguimos que todo el conjunto suba.
Os animamos a que hagáis la prueba con la inspiración de lookbook de Baileys. Con la misma base usad un jersey en un tono apagado y luego con uno en un tono intenso. Veréis el resultado y la reacción positiva de vuestro entorno.
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